En medio de un ambiente derrotista, esquizofrénico y autodestructivo (muchos franceses confiesan a las claras en la calle que prefieren que su equipo pierda hoy contra Sudáfrica), los patrocinadores de la selección francesa comienzan a abandonar al equipo a fin de que la mala imagen que destilan los jugadores no contagie su marca. El que primero lo anunció fue la cadena de hamburguesas Quick, que desde hace unos días había llenado las calles de las ciudades francesas con la fotografía de un Anelka zampándose una doble de tamaño estratosférico. El sábado, la compañía adelantaba que se aprestaba a retirar la campaña. Ya es tarde para algunas cosas: en Youtube circulan ya vídeos ridiculizando el anuncio y parodiando a un Anelka, convertido, junto con al entrenador Raymond Domenech, en la encarnación del fracaso de la selección y el protagonista indiscutible de canciones, burlas y chistes.
También el banco Crédit Agricole, que patrocina la selección francesa desde hace más de 30 años, retiró ayer de urgencia un anuncio de televisión en el que su marca aparecía asociada a los jugadores. Por ahora, el banco continuará apoyando a los bleus, según explica hoy el diario francés Le Parisien, pero, junto con otros patrocinadores, va a "discutir seriamente" con la Federación Francesa de Fútbol en cuando termine este nefasto mundial para Francia. Muchos de estos patrocinadores, además, deberán renegociar sus contratos. Es el caso de la cadena de tiendas de ropa deportiva Sport 2.000, que pagará cerca de 2 millones de euros hasta 1014. "El contrato está en proceso de reelaboración, y lo vamos a firmar. Pero claro, estaremos atentos a lo que va a hacer la Federación Francesa de Fútbol, porque lo que ha pasado es inaceptable", asegura hoy en Le Parisien el responsable de marketing de esta empresa.
Asimismo, otras empresas asociadas generalmente a la Selección Francesa de Fútbol (Carrefour, GDF...) se muestran consternados por el periplo en caída libre de los bleus. La casa de apuestas PMU tenía previsto firmar también próximamente un contrato por 4 millones de euros. La empresa ahora guarda silencio sobre si lo hará definitivamente o no después de la imagen de antipatía, derrota y desastre que ahora arrojan los jugadores franceses, sobre todo en Francia. Adidas calcula que la hecatombe significará dejar de vender entre 200.000 y 300.000 camisetas.
No sólo los patrocinadores dan la espalda a la selección: el Partido Socialista francés (PS) ha decidido anular la retrasmisión pública del partido que tenía previsto llevar acabo en su sede de la calle de Solferino de París. Varios ayuntamientos han decidido clausurar también las suyas. Es el caso del de Vincennes, en las afueras de París. La razón: la actitud de los jugadores, que a juicio del alcalde de la localidad ya no constituye un ejemplo para nadie.
Mientras tanto, los periódicos más combativos tratan no ya de animar a los jugadores (en Francia es difícil encontrar quién los anima, salvo la ministra de Salud y Deporte, Roselyn Bachelot), sino de insuflarles un cierto sentido de entereza, que a su juicio han perdido hace días. Así, Le Parisien titula hoy, sobre una foto de Ribery y Evra correteando en el campo: "!Un poco de dignidad¡" Por su parte L'Equipe clamaba: "¡Por el honor!".
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