Jerusalén. El Ejército israelí mató al menos a nueve activistas de derechos humanos al abordar en aguas internacionales 1 de 6 barcos que formaban la Flotilla de la Libertad, la cual pretendía llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Las consecuencias del asalto han desencadenado una ola de protestas y condenas en la comunidad internacional y han obligado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a suspender una visita que realizaba a Canadá y una entrevista que tenía programada para hoy en Washington con el presidente Barack Obama, y regresar de inmediato a Israel.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, decretó tres días de luto. El Ejército semita admite que hubo nueve muertos; no obstante, organizaciones humanitarias elevan a 14 la cifra mortal.
El número de heridos, varios en estado grave, asciende a 38 activistas internacionales y 5 soldados israelíes, de acuerdo con diversas fuentes.
Israel remolcó al puerto de Ashdod, al sur de Tel Aviv, las embarcaciones de la flotilla y a sus pasajeros en condición de arresto, aunque algunos se han encerrado en sus cabinas y rehúsan entregarse.
Iban personalidades
Los barcos transportaban a unas 700 personas de 60 nacionalidades, eurodiputados y la premio Nobel de la Paz, la norirlandesa Mairead Corrigan Maguire, entre ellos, además de 10 mil toneladas de ayuda humanitaria.
La acción militar la lideraron dos helicópteros del Ejército israelí con comandos de la unidad de élite de la Armada, los que se posaron uno detrás de otro sobre la cubierta superior del Mavi Marmara, cuyo pasaje era en su mayoría turco, el barco más grande y cuyo abordaje desencadenó la tragedia (lea: Conmoción internacional y Reunión y rechazo).
Imágenes del asalto fueron transmitidas en directo por la televisión turca, las que muestran a uno de los activistas, Yardim Gemilerine Mudahale, quien anunciaba a los soldados que había “tres muertos” y que se necesitaba ayuda. Luego se interrumpió la transmisión y no se sabe más de ellos.
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